HISTORIA Y PATRIMONIO

Alovera

Se asienta esta villa en la campiña del Henares, siendo su terreno fértil en cereales, forrajes, hortalizas y en especial, la patata. La fisionomía del municipio ha cambiado bastante en cuanto a su casco urbano y población en las últimas décadas. El asentamiento de varias industrias y de empresas diversas en su término, en muchos casos de logística, ha hacho que aquellas casas de adobe y ladrillo que se arracimaban alrededor de la iglesia parroquial, como cobijándose a su sombra, se hayan multiplicado en diversas zonas de urbanización, lo mismo que sus habitantes, en todas las direcciones y en algún modo, cambiando sus costumbres.

En el S. XIV ya estaba formado el poblado en el que vivían agricultores dedicados a trabajar sus tierras que, en gran parte, pertenecían a los monasterios de S. Bartolomé de Lupiana y a las monjas de Sta. Clara y de S. Bernardo de Guadalajara. Perteneció al Común de Guadalajara y dependía directamente de la Corona.

En el año 1628 fue declarada Villa por Felipe IV y muy pronto se la vendió a Dª Lorenza de Sotomayor, marquesa de Villahermosa, concediéndole jurisdicción, señorío y vasallaje. No obstante, el rey vendió las alcabalas de Alovera en el año 1632 a D. Carlos de Ibarra. Las alcabalas eran un impuesto castellano indirecto sobre los bienes muebles o inmuebles vendidos, que oscilaba entre el dos y diez por ciento de su valor.

Su dueña, la marquesa de Villahermosa, le cambio el nombre por el de Villahermosa de Alovera, que ha conservado, según los libros parroquiales, hasta el 29 de marzo 1936.

Fue su siguiente dueño D. Juan José de Andía y Vivero, Urbina y Velasco en 1712, y en 1750, D. Cristóbal de Balda, ambos con el mismo título de Marqués de Villahermosa de Alovera.

En su término se han descubierto cisco tumbas visigodas en el “Camino de la Barca”, junto a la N II, cerca del río Henares.

También había dos molinos, uno de cuatro piedras (el de los Jerónimos), y otros de tres, del Concejo del pueblo.

Iglesia Parroquial

En el centro de la Villa está, como ya se ha indicado, la iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcángel, obra hecha en dos épocas principalmente: la torre, las naves y el pórtico se construyeron antes de 1565 y en una fase posterior, se levanta el transepto, la cabecera o presbiterio y la sacristía nueva. Después se han llevado a cabo varias obras de distinta categoría, especialmente de restauración de cubiertas e interior.

Costa de tres naves de aspecto clasicista. La central con artesanado mudéjar que estuvo policromado; la de la izquierda separada de la central por columnas toscanas de fuste liso, capitel sencillo con equino y ábaco que sostienen arcos de medio punto. La parte derecha la ocupa la capilla del crucero y un bonito atrio o pórtico con cinco arcos de arte renacentista y capiteles jónicos. Al fondo de la iglesia se encuentra la tribuna, que abarcaba la nave central y la izquierda, y bajo la misma lo que fue sacristía vieja, y posteriormente capilla, y el baptisterio, con una pila fechada en 1604. Por encima de esta y en línea con parte de la capilla antes citada, se encuentra la torre, de planta cuadrada, en ladrillo y mampostería con cuerpo de campanas y cubierta con chapitel de pizarra con remate de pirámide y bola, construida hacia 1600.

La parte del transepto, presbiterio y actual sacristía se construyó hacia 1569 por el maestro Nicolás de Ribero. Es obra de cantería y sillería en todas sus esquinas y argamasa de cal y canto rodado. La parte antigua usa además de aparejo de piedra, también de ladrillo.

La iglesia tiene dos portadas. La del norte más antigua con puertas adornadas de clavos cuadrifoliados y aldabones más sencillos. La del sur restaurada y con una portada en piedra con el nombre esculpido del titular de la parroquia. Las verjas del pórtico se hicieron en 1888.

Retablo Mayor

Está dedicado a San Miguel Arcángel. Es barroco, de madera policromada y dorada. Costa de banco, tres calles separadas por columnas y dos cuerpos con ático coronado por frontón. El inferior de orden toscano con friso de triglifos y metopas. El segundo de orden toscano con friso de triglifos y metopas. El segundo de orden corintio friso de formas vegetales con remate de pirámides al estilo escurialense. El ático, de orden compuesto, conserva las tallas de Dios Padre en el centro y a los lados. La Fe y la Esperanza. El banco o predela con relieves de obispos y, por orden, Santa Teresa, San Miguel, San Rafael, Santa Águeda, un Ángel, un Arcángel, Santa Lucia, la Caridad, San Gabriel, Santa. Catalina y un obispo.

Además, se pueden observar cuatro imágenes modernas de los cuatro evangelistas con atributos del tetramorfos y otras tres imágenes en el expositor que remata la hornacina del sagrario: la del Niño Jesús, San Isidro Labrador y San Ramón Nonato. En la parte superior, sobre un lienzo en el que aparece la iglesia parroquias, todo el conjunto lo preside la imagen de un crucificado.

Lo construyeron los hermanos Juan-Francisco y Pedro González de Vargas (“Bargas” según los libros) entre los años 1634 y 1643. Lo doró Francisco Guillen Brito, vecino de Alovera.

Retablo de la Virgen del Carmen

En la capilla izquierda del crucero, al frente, está adosado a la pared un retablo plateresco de madrea policromada con pinturas gótico-flamencas sobre madera de finales del XV.  Es, posiblemente, el de más valor artístico de los que lucen en la Iglesia.

Consta de tres cuerpos con tres calles y espina rematadas en veneras y flameros. El marco tallado con querubines, pavos reales, hojas de vid y dos escudos vacíos. Corona el retablo una imagen de Dios Padre con tiara y bola del mundo. En el cuerpo superior la Visitación, la Asunción de la Virgen y Jesús entre los Doctores. En el central la Circuncisión, la Misa de San Gregorio y la Presentación del Niño Jesús en el Templo. En el inferior el Nacimiento de la Virgen y Adoración de los Mangos. Entre ellas una hornacina donde se venera la imagen de la Virgen del Carmen.

Las medidas de cada tabla son 66 x 70 cm. Posiblemente es de un seguidor o discípulo de Juan de Borgoña, quizá Pedro de Ampuero.

Retablo de San Antonio

En la parte izquierda del crucero, al norte, se levanta un retablo dedicado a San Antonio de Padua, de madera policromada y dorada. Tiene forma avanzada con decoración de rocalla y crestería lateral. Tiene, además, una inscripción a su alrededor que dice: “SE DORO ESTE RETABLO A DEBOCION D. PEDRO PERE Y Dª ANTONIA DE ESTRADA SU MUJER VECINOS DE ESTA VILLA AÑO DE 1791”. También se veneran en este retablo las imágenes de San Francisco de Asís y de San Antonio Abad. Es de estilo rococó, de 1775 aproximadamente.

Retablo de la Virgen del Rosario

En la capilla derecha del crucero, al frente se encuentra el altar y retablo de la Virgen del Rosario.  Realizado en madera dorada, consta de cuerpo bajo con columnas salomónicas y hornacina de medio punto, alabamiento en los laterales con columnas estriadas a las que se enroscan formas vegetales, y en el ático el anagrama de la Virgen. En los laterales se veneran las imágenes de Santa Rita y Santa Gema. Es barroco y anterior a 1680.

Retablo de San José

En la parte derecha de la capilla del crucero, al sur, hay otro retablo dedicado a San José y que es la caja de un antiguo órgano. Está hecho en madera de nogal, en su color, con bajo relieves. Además de la imagen de San José, alberga las imágenes de Santa Lucía y de San Diego de Alcalá. Es obra de José de Benavente, que lo realizó en 1771.

Capilla de la Inmaculada

En la nave del Evangelio, junto a la puerta de entrada que da al Norte, se encuentra una capilla pequeña que alberga un retablo modesto dedicado a la Inmaculada. En esta misma capilla se venera una imagen de la Virgen de la Paz, perteneciente a un antiguo conjunto escultórico que, junto con la patrona de Alovera, incorporaba la imagen de San Ildefonso. Este recinto sirve, actualmente, de capilla penitencial.

Otras Obras

Decoran el presbiterio dos lienzos, uno de un Cristo, de Alonso del Arco de finales del S. XVII, y otro de una Anunciación sin datar. En el crucero, sobre el órgano, una pintura que representa a Santa Teresa de Jesús, y en las pechinas del crucero cuatro pinturas: la Anunciación, la Visitación, la Adoración de los Magos y la Presentación de Jesús en el Templo. En el frontal del artesonado, mirando al altar, la Coronación de la Virgen.

La parroquia conserva, actualmente en la sacristía, también un óleo sobre tabla de la Piedad del S. XVI, de la escuela de Morales con fondo dorado y con un marco barroco, dorado, con decoración vegetal y querubines en esquinas. También un lienzo de San José de Alonso del Arco del S. XVII, una litografía del Descendimiento de Cristo y dos cobres, uno que representa la Adoración de los Magos y otro el Calvario.

La cajonería de la sacristía es obra de Cristóbal García en 1632. En la sacristía dos oleos sobre cobre de 21,5 x 17 cm., que representan la Adoración de los Magos y el Calvario o Crucifixión. Son de la primera mitad del S. XVII.

Capilla de la Virgen de Fátima

En el año 2003, la parroquia San Miguel Arcángel de Alovera adquirió un local para la acción pastoral en Parque Vallejo, dada la expansión urbana del municipio en ese lugar. Finalmente se convirtió en capilla dedicada a Ntra. Sra. de Fátima. Alberga un retablo de los talleres de Artemartinez de Horche y en ella se veneran la imagen de la Virgen de Fátima, de San José y de los santos niños videntes Francisco y Jacinta.

Otras Imágenes

La ornamentación del templo parroquial se completa con otras imágenes en el lateral sur de la nave central: un Cristo a la entrada de la iglesia y dos imágenes en otras tantas hornacinas, un Resucitado y la Virgen de Fátima. En el presbiterio y en el crucero luce, además, un Vía Crucis moderno en tabla de madera.

En las ermitas se encuentran otras imágenes de gran devoción en el pueblo. En la de la Virgen de la Paz la imagen de la patrona con San Ildefonso, una del patrón, San Miguel, que procesiona el día de su fiesta, la de San Cristóbal que preside la bendición de vehículos el domingo más cercano a su fiesta y la de Jesús en la borriquilla que acompaña la procesión del Domingo de Ramos.

En la de la Virgen de la Soledad, además de la imagen de la Virgen con Cristo en su regazo, se encuentran también la imagen del Nazareno y el Santo Sepulcro que son sacadas en procesión en Semana Santa.

Plaza Mayor s/nº. 15. 19208. Alovera (Guadalajara)

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